Conozcamos la historia de los seres de las Cascadas Luminosas y revivamos juntos el maravilloso cierre que tuvieron nuestros estudiantes de preescolar
Seres de las cascadas luminosas
Cuenta la historia que en el mundo de las cascadas luminosas habitan seres fantásticos que vuelan sobre las montañas, recorren caminos, danzan en los jardines y juegan en los bosques. Todos disfrutan la belleza de este lugar. Un día, de repente, empezó a correr un viento frío, el cielo se oscureció, las flores perdieron su color y el agua que corría por la cascada silenció su murmullo. Los seres se fueron debilitando. Los pájaros sacaron sus últimas fuerzas, recogieron algunas gotas de la cascada que guardaron en su pico y luego las dejaron caer sobre la tierra.
Seres de la lluvia
Tras varios días de haber sembrado el agua, sucedió algo inesperado, gotas de lluvia comenzaron a caer, unas grandes, otras pequeñas, unas de colores y otras cristalinas ¡y lo más sorprendente! Unas traían dentro colibríes del agua, de los mil vientos y mensajeros, pájaros artesanos, danzarines y de las nubes lluviosas, dragones del agua y de las nubes, hadas de la lluvia y de las gotas coloridas, espíritus de la lluvia y flores guardianas. Todos ellos emprendieron viajes a nuevos mundos llevando el agua en sus picos, otros las esparcían con sus alas, otros danzaban en las nubes para que el agua cayera, otros la recogían y formaban charcos para saltar y jugar. Los seres de la lluvia llevaron el agua en sus cuerpos y la pusieron en un lugar seguro para que no se volviera a ir, para que nunca se acabara, la guardaron en los ríos, los mares, las quebradas y las cascadas.
Seres de la lluvia
En las profundidades se creó un bello refugio, un mundo tranquilo que olía a flores frescas y lirios de coral, un mundo donde el tiempo iba sin afanes y todo transcurría lento, un mundo que fue habitado por kelpis, ondinas, dríadas, sirenas, tritones y hadas.
Ellos se reunían para escuchar el viento bailar y al agua cantar, jugaban divertidos a hacer giros y volteretas, danzaban y disfrutaban de la frescura del agua, se miraban a los ojos y se sentían abrigados por la compañía de los otros.
Este era un buen lugar para vivir, allí estaban seguros.
Un día de juego intenso las aguas se empezaron a mover con rapidez, los cuerpos no se podían detener, remolinos atraparon a las criaturas de las profundidades y las llevaron a la superficie, allí se encontraron con los seres luminosos y los seres de la lluvia, era justo el atardecer y contemplaron juntos la puesta de sol que se reflejaba en la cascada luminosa.
Todos festejan
Finalmente, juntos pudieron calmar las aguas profundas uniendo sus voces en un bello canto, cayó la lluvia cristalina y festejaron la abundancia del agua. Esa noche bajo la luz de la luna bailaron, jugaron, sembraron plantas y vivieron un momento de mucha diversión.