Compartimos una nueva jornada de las ya clásicas “conversaciones más pequeñas del mundo” e hicimos de nuestro encuentro un espacio para entender las ideas del otro, para conocer nuevas y diferentes formas de ver el mundo y para seguir construyendo comunidad.
En esta oportunidad reflexionamos sobre “el conflicto”, un elemento necesario y vital para la experiencia humana, hablamos sobre cómo nos afecta y cómo lo podemos enfrentar, pero también indagamos en la naturaleza misma del concepto para poder contar con herramientas que propicien resoluciones sanas y transformadoras. Una vez más, pudimos sentir lo enriquecedor que es hablar con otras personas y escuchar sus ideas y opiniones en un entorno amable y tranquilo.