Cierre de proyecto - Primero C
Había una vez un bosque con árboles sabios que hablaban, conocían muchas cosas e historias que sucedieron en ese lugar. Las hormigas hacían caminos llevando hojas y flores para adornar un puente que llevaba a un río donde los dragones y Pegaso jugaban a ir volando hasta la cima de la montaña que estaba habitada por los unicornios y regresaban a refrescarse en las aguas del río.
Los duendes vivían felices en una cueva y en la noche con las hadas veían las constelaciones que formaban las estrellas.
Un día el hada del fuego vio una flor roja que había en su jardín, pero lo que ella no sabía era que esa flor estaba hechizada desde hace muchos años por una bruja y al olerla se oyó un gran ruido y era ¡un viento muy fuerte! que comenzó a recorrer todo el bosque y se formaron bolas de fuego que salían de las manos del hada que se había transformado en un ser muy malo.
De manera muy rápida se extendió el fuego a varias partes del bosque: al castillo de los príncipes y el rey, al puente, a algunos árboles que eran visitados por las hadas y a la cueva de los duendes.
El miedo, la angustia, el terror y la preocupación se apoderaron de los habitantes del bosque.
El ave fénix y un hermoso pájaro venían volando desde una cascada muy lejana, cuando vieron que el bosque se estaba ¡prendiendo en llamas! se sorprendieron y tomaron un vuelo más veloz hasta llegar al Olimpo a buscar a Pegaso.
Pegaso llamó a los dragones del agua y a las hadas quienes atrajeron la lluvia para apagar el incendio. A los pocos minutos el hada del fuego volvió a ser buena con el maravilloso canto de un pájaro.
Todos se reunieron para celebrar la extinción del incendio y la transformación del hada del fuego haciendo un festival con comida, juegos, música, baile y encantadoras historias que eran contadas por los árboles sabios.
Las sonrisas eran como unas emocionantes brisas que acompañaron por siempre a los habitantes del bosque.